Jesper Dalgaard utiliza el dibujo, el vídeo y la escultura para crear mundos alternativos, escenas imaginarias que proyectan las esperanzas y las incertidumbres de la vida. Su obra es extravagante y humorística, aunque siempre nos presenta un núcleo de verdad y nos invita a reflexionar sobre las peculiaridades de la conducta humana.
El trabajo de Dalgaard en esta colección consta de nueve acuarelas de pequeño formato sobre papel y una película de animación, realizadas en 2005. El conjunto comparte una técnica similar y muestra figuras oscuras representadas toscamente sobre paisajes o interiores diluidos en tonos suaves. Tanto los dibujos como el vídeo presentan el estilo naíf típico de Dalgaard, en el que las figuras humanas, los objetos y los árboles se plasman con un estilo deliberadamente “amateur”, con reminiscencias del ámbito de la ilustración y del cómic underground.
El vídeo de animación Helen Vejen runt og tilbage igen (La vuelta entera y volver a empezar), de cinco minutos de duración, describe el ascenso y el declive de un aspirante a artista, el proceso de angustia y de inseguridad hasta alcanzar la fama y el dinero, para volver a caer en el olvido. Situada en un futuro lejano imaginario, con robots que sirven las bebidas en un vernissage y con otros personajes que conducen vehículos voladores, la película pretende ser una reflexión sobre temas actuales: el éxito profesional, el ego personal, la integridad artística y la capacidad de desarrollarse en el mundo. Dalgaard retrata a los humanos como figuras negras filiformes, tal y como lo haría un niño, con pocos rasgos para poder distinguir un individuo de otro.
Antes de la época contemporánea, la ilustración naíf era el campo de los artistas amateurs que carecían de las habilidades figurativas de los pintores profesionales. Dicha situación cambió con la aparición del arte pop, que se inspiró en la temática y el estilo de dibujo del mundo del cómic y la ilustración popular. A través de los cómics y, sobre todo, de la escena underground, que eludía cualquier pretensión de obtener una gran calidad en el trazo, la representación figurativa naíf fue consiguiendo un sitio en el discurso del arte contemporáneo. Esto también comportó la aparición de nuevos contenidos: los artistas utilizaban ilustraciones de estilo naíf para plasmar ideas poco convencionales, diferentes, incluso radicales, sobre la sociedad.
Las pequeñas acuarelas de Dalgaard son muestra evidente de ello. The Nooks and Corners of One’s Dreams (Los rincones y escondites de los propios sueños) contiene la inquietante imagen de una mujer tumbada sobre una mesa, con una serie de bocadillos que muestran sus pensamientos más extraños, algunos de un contenido futurista absurdo. En otra pieza en la que se utiliza el lenguaje del cómic, Friends on the Surface (Amigos en la superficie), dos personajes se encuentran tomando algo en una fiesta, y en este caso los bocadillos que los rodean expresan, con pequeños dibujos, todo lo que se imaginan sobre su relación. En The Kiss (El beso) dos figuras filiformes con dos grandes manchas que representan la cabeza “se besan” sobre un horizonte azul, mientras que en el cuadro complementario, The Kiss, Jealousy (El beso, celos), el gesto se repite sobre un fondo rojo, mientras la figura de un “niño” tira de ellos, molesto porque lo dejan de lado.
Así es como funciona el arte de Dalgaard. Los valores que representa son de una simplicidad que desarma, pero a través de ellos penetra en lo que hace mover a las personas. Asimismo, opina sobre nuestra condición con imágenes sin presencia humana, como las acuarelas de árboles alineados a lo largo de un camino o formando figuras geométricas. Con estas pinturas, Dalgaard evoca paisajes solitarios que anhelan la presencia consciente y curiosa de un sujeto que los ocupe.

Jeffrey Swartz